¿Cómo tratar la fiebre en bebés y niños?
Cuando los pequeños tienen fiebre (generalmente más de 38°C) y están decaídos, sabes que puede ser una señal de que están combatiendo una infección. Si están enrojecidos, quisquillosos o adoloridos, bajarles la fiebre puede ayudarles a descansar y sentirse mejor.
Para ayudar a bajar la fiebre de un bebé:
Báñalo con agua tibia. Si le has dado el medicamento a tu bebé, este puede ser eficaz inmediatamente después. Pero sácalo del baño si adviertes que está temblando, ya que los escalofríos pueden subir la temperatura de los bebés.
Ofrécele mucho líquido para beber. La fiebre y la deshidratación van de la mano. Evita que tome refrescos, la cafeína lo deshidratará más.
Ponles ropa liviana y procura que la habitación no esté demasiado caliente ni demasiado fría.
Si el problema persiste, es importante que lo consultes con su pediatra, pues podría tratarse de una infección que debe tratarse con un profesional.
Llama al pediatra si tu hijo:
Tiene más de 38°C de temperatura.
Tiene de 3 a 24 meses y aún tiene más de 38°C de temperatura luego de 24 horas.
Tiene más de 38°C de temperatura más alguno de estos síntomas:
Dolor de cabeza intenso.
Dolor de garganta u oídos.
Vómitos o diarrea reiterados.
Rigidez en el cuello.
Sarpullido extraño.
Parece muy enfermo o extremadamente somnoliento o quisquilloso.
Ha estado en un lugar muy caliente (como un auto con la calefacción muy alta).
Tiene problemas subyacentes en el sistema inmunológico, antecedentes de convulsiones o toma esteroides.
Parece empeorar incluso después de haber sido tratado.
Sigue con fiebre (38 °C o más) después de 3 días o aún "parece enfermo" cuando la fiebre baja.
Para evitar que el virus que causa la fiebre se propague, asegúrate de que todos los miembros de la familia se laven las manos con frecuencia y que no compartan los cubiertos, los vasos ni las toallas.
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